“..Sino que uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante le brotó sangre y agua..” Juan 19:34 (NVI)
“Como agua he sido derramado; dislocados están todos mis huesos. Mi corazón se ha vuelto como cera, y se derrite en mis entrañas..” Salmos 22:14 (NVI)
En esta “Semana Santa” o “Semana Mayor” que trae a memoria la vida y obra de Jesús, así como su pasión, muerte y resurrección; estoy viendo un extracto de la Pasión de Cristo de Mel Gibson, son 7 minutos donde Jesús está mirando al cielo con su rostro y cuerpo desfigurados, esta clamando a su Padre:
A las tres de la tarde Jesús gritó a voz en cuello:
—Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? (que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Marcos 15:34 (NVI)
El cielo estaba cerrado a este clamor, nadie vendría a rescatarlo, no había planes de hacerlo, Jesús está solo, por primera vez en su eternidad -Solo- su clamor no tendría respuesta.
Esto me contesta una pregunta vieja que tenia de un pasaje donde Jesús ora en agonía en Getsemaní y sudaba Sangre:
“…Pero, como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor, y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra…” Lucas 22:44 (NVI)
Porque tanta angustia? Por la cruz? Hoy creo que no (es solo una opinión, no es un argumento para una nueva religión jajajaja P.D.: Por si acaso) Ahora creo que la agonía y angustia de Jesús era separarse de su Padre, -sí separación- nunca había ocurrido. Por primera y única vez la trinidad se separaría.
Solo pensarlo da escalofrío, Jesús en la cruz padeciendo por una humanidad que le endosa su maldad y que al mismo tiempo le escarnece, y ahí está el solo sin amigos, discípulos, sin ángeles, ni dones, pero tan lleno de obediencia que tuvo que enfrentar hasta que el Padre le diera la espalda, para que nunca no las de a nosotros.
Que sentiría nuestro Padre al ver su unigénito padecer así y no poder hacer nada por toda la maldad y pecado de la humanidad concentrado en un solo cuerpo, uno que nunca peco. Eso lo sabremos allá.
Voy al punto que esta rebotando en mi cabeza, luego de clamar, Jesús da otro grito, esta vez es para entregar su espíritu. Ocurren muchas cosas, hay un gran terremoto, el velo es rasgado, un alboroto. Los romanos verifican la muerte de los crucificados, a los malhechores quebraron sus piernas para acelerar el proceso, pero Jesús ya había muerto.
“..Sino que uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante le brotó sangre y agua...” Juan 19:34 (NVI)
La sangre y agua mezcladas denotan que el corazón había explotado, es impresionante toda la presión, amargura y dolor al que fue expuesto nuestro salvador.
¿Qué tendría que pasar para que nuestro corazón explotara? Pero tranquilo el Corazón de Jesús explotó, explotó de amor para que el nuestro no tenga que explotar. Jesús llevo todo nuestro dolor, amarguras, tristezas, para darnos un corazón que puede experimentar el gozo.
Y aunque tengamos que pasar por situaciones difíciles, Jesús garantiza que nunca el dolor podrá gobernar nuestro corazón.
Con razón Dios es Amor!
Jesús eres mi Héroe, Gracias por tanto amor…
Iván Pirela
Director/Entrenador
SOLUCIONES JUVENILES VENENZUELA
twitter: @ivanpirela