Dios no nos ha llamado a huir de los problemas sino a resolverlos. Los valientes son personas que resuelven problemas, todos enfrentamos conflictos: En las finanzas o en el matrimonio, en el trabajo o con los padres, en tu cuerpo o con una falta cometida, todos enfrentamos algún tipo de dificultad.
Huir de los problemas es perderse de ver la gloria de Dios que trabaja a nuestro favor. Enfrentar los problemas es ser protagonista, estar en primera fila de lo que Dios va a hacer y de lo que vamos a aprender en esa situación.
Una persona Valiente no es una persona que no tiene temor, más bien es una persona donde el amor supera sus temores, donde el amor supera sus odios y rencores, donde el amor supera a su ira y amargura.
El tiempo todo lo arregla, se escucha bonito, pero no es verdad. El odio no se supera con el tiempo, tampoco la amargura, las deudas no se hacen menos con el tiempo tampoco. Las cosas cambiarán solo cuando las enfrentas y las resuelves, obviamente para resolver esto necesitas mas que tus fuerzas, y eso es parte del aprendizaje, depender de Dios. Enfrenta hoy los problemas y ve de primera mano al Dios que pelea por ti...
“Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.” 2 Timoteo 1:7 (NTV)
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