Los Angeles/EFE — Un grupo de 1.200 iglesias evangélicas pertenecientes a la Red de Pastores y Líderes Latinos del Sur de California se unen al clamor de los trabajadores indocumentados que piden cambios en las leyes de inmigración.
“Nosotros lo que pedimos es una reforma migratoria justa y comprensiva”, dijo a Efe René Molina, pastor principal de la iglesia Restauración, en el suroeste de Los Angeles.
“Y para ello la Red está promoviendo la recolección de 10 millones de firmas (en apoyo a la reforma) para llevarlas cuando vayamos a conversar con los senadores y congresistas en Washington”, añadió.
La coalición Red de Pastores y Líderes Latinos del Sur de California, que actualmente gestionan las reuniones con los políticos en la capital estadounidense, se creó en febrero de 2006 cuando alrededor de 40 predicadores se reunieron en el local de la organización “Salvation Army”, en el centro de Los Angeles, para discutir la manera en que las iglesias serían afectadas de haber sido aprobada la propuesta de ley HR4437.
El proyecto de ley buscaba penalizar a quienes ayudaran a individuos sin documentos legales.
"¿ Qué iglesia no tiene indocumentados?”, preguntó el pastor Molina. “Yo fui indocumentado y sé lo que se siente vivir bajo la sombra. Y como cristiano y ministro yo no puedo cerrar mis entrañas a mi gente".
Molina, quien emigró de El Salvador a principios de la década de los ochenta y cuyo primer empleo fue en una gasolinera, calcula que la coalición representa a alrededor de 150.000 personas.
Una de las preocupaciones principales de la organización religiosa es apoyar el sentir de muchos de sus miembros, que desean cambios en las actuales leyes de inmigración que permitan una eventual residencia permanente y posteriormente la ciudadanía estadounidense.
“Una de las misiones de la iglesia evangélica no sólo es predicar el evangelio, sino también ayudar en las necesidades básicas a la gente mientras estamos aquí en la Tierra”, aseguró el pastor.
Molina indicó que pastores influyentes en el sector de iglesias evangélicas sajonas como James Dobson, en Colorado, quien fuera asesor en el área de familia para el presidente Ronald Reagan; Marcos Witt, de la iglesia Lakewood, en Texas; y Rick Warren, de la iglesia Sadleback, en Lake Forrest, California, están contribuyendo a generar conciencia y apoyo en dicho sector conservador acerca de la necesidad de reformar las actuales leyes migratorias.
En la iglesia Restauración, en el sur de Los Angeles, después de cada predicación los jueves y viernes por la noche, y en dos horarios los domingos, los miembros de la congregación se llevan consigo unas páginas con el logotipo de la Red de Pastores y Líderes Latinos del Sur de California en las que recogen firmas en sus vecindarios, en paradas de autobuses y en las salidas de las escuelas, entre otros lugares.
“Esta es la tierra en donde fluye leche y miel; pero nosotros estamos con el temor más grande, que es el de ser deportado”, dijo a Efe Marín Rubio, un pintor de Guatemala.
“Por eso estamos recaudando firmas, porque nosotros aquí estamos apoyando la reforma migratoria y confío en Dios que se logre”, aseguró.
Rubio, quien estima que desde hace un mes han recolectado alrededor de 30.000 firmas, apeló a nombre de todos los cristianos evangélicos indocumentados ante el presidente George W. Bush.
“El señor presidente es un conocedor de la palabra de Dios y nosotros como cristianos evangélicos respetamos la autoridad de él”, dijo Rubio.
“Pero en nombre del señor le pedimos que se ponga la mano en la conciencia y que él diga que como hijos de Dios necesitamos que nos autoricen los papeles para trabajar en este país”, finalizó.
“Nosotros lo que pedimos es una reforma migratoria justa y comprensiva”, dijo a Efe René Molina, pastor principal de la iglesia Restauración, en el suroeste de Los Angeles.
“Y para ello la Red está promoviendo la recolección de 10 millones de firmas (en apoyo a la reforma) para llevarlas cuando vayamos a conversar con los senadores y congresistas en Washington”, añadió.
La coalición Red de Pastores y Líderes Latinos del Sur de California, que actualmente gestionan las reuniones con los políticos en la capital estadounidense, se creó en febrero de 2006 cuando alrededor de 40 predicadores se reunieron en el local de la organización “Salvation Army”, en el centro de Los Angeles, para discutir la manera en que las iglesias serían afectadas de haber sido aprobada la propuesta de ley HR4437.
El proyecto de ley buscaba penalizar a quienes ayudaran a individuos sin documentos legales.
"¿ Qué iglesia no tiene indocumentados?”, preguntó el pastor Molina. “Yo fui indocumentado y sé lo que se siente vivir bajo la sombra. Y como cristiano y ministro yo no puedo cerrar mis entrañas a mi gente".
Molina, quien emigró de El Salvador a principios de la década de los ochenta y cuyo primer empleo fue en una gasolinera, calcula que la coalición representa a alrededor de 150.000 personas.
Una de las preocupaciones principales de la organización religiosa es apoyar el sentir de muchos de sus miembros, que desean cambios en las actuales leyes de inmigración que permitan una eventual residencia permanente y posteriormente la ciudadanía estadounidense.
“Una de las misiones de la iglesia evangélica no sólo es predicar el evangelio, sino también ayudar en las necesidades básicas a la gente mientras estamos aquí en la Tierra”, aseguró el pastor.
Molina indicó que pastores influyentes en el sector de iglesias evangélicas sajonas como James Dobson, en Colorado, quien fuera asesor en el área de familia para el presidente Ronald Reagan; Marcos Witt, de la iglesia Lakewood, en Texas; y Rick Warren, de la iglesia Sadleback, en Lake Forrest, California, están contribuyendo a generar conciencia y apoyo en dicho sector conservador acerca de la necesidad de reformar las actuales leyes migratorias.
En la iglesia Restauración, en el sur de Los Angeles, después de cada predicación los jueves y viernes por la noche, y en dos horarios los domingos, los miembros de la congregación se llevan consigo unas páginas con el logotipo de la Red de Pastores y Líderes Latinos del Sur de California en las que recogen firmas en sus vecindarios, en paradas de autobuses y en las salidas de las escuelas, entre otros lugares.
“Esta es la tierra en donde fluye leche y miel; pero nosotros estamos con el temor más grande, que es el de ser deportado”, dijo a Efe Marín Rubio, un pintor de Guatemala.
“Por eso estamos recaudando firmas, porque nosotros aquí estamos apoyando la reforma migratoria y confío en Dios que se logre”, aseguró.
Rubio, quien estima que desde hace un mes han recolectado alrededor de 30.000 firmas, apeló a nombre de todos los cristianos evangélicos indocumentados ante el presidente George W. Bush.
“El señor presidente es un conocedor de la palabra de Dios y nosotros como cristianos evangélicos respetamos la autoridad de él”, dijo Rubio.
“Pero en nombre del señor le pedimos que se ponga la mano en la conciencia y que él diga que como hijos de Dios necesitamos que nos autoricen los papeles para trabajar en este país”, finalizó.
Marcos Witt - Reforma Migratoria Comprensiva
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