Lima, Perú, (ACPress.net / NoticiaCristiana.com)
El pueblo gitano se encuentra presente en numerosas ciudades a nivel mundial conservando vivas sus costumbres ancestrales y su propio idioma, el Romaní. En la ciudad de Lima hace unos 30 años, Katia Gusieff (fundadora de la Iglesia Cristiana Gitana) es una gitana por medio de visiones recibió una revelación divina.
A partir de ese momento muchos de su pueblo empezaron a creer en Jesucristo como su Señor y Salvador y formaron la iglesia cristiana gitana. Caracterizados por su gran talento musical y artístico, se caracterizan en sus cultos por expresar a través de inspiradas canciones de estilo flamenco su fe y amor al Creador.
En Perú, y allí donde llega el mensaje del Evangelio a los gitanos, se producen cambios nunca vistos ni considerados posibles en el pueblo gitano. Por ejemplo, que mujeres que antes tenían como oficio la adivinación por medio de la lectura de la palma de las manos y las cartas (quiromancia) abandonen esta práctica, y sea el mayor regalo para ellas ver a sus hijos y nietos sirviendo al Señor de la Biblia.
El pastor de la Iglesia Cristiana Gitana de Peru, Francisco Ángel, espera que dándose a conocer en los medios de comunicación, los gitanos sepan más de este movimiento y su mensaje, y acepten y conozcan la Palabra del Señor.
El pueblo gitano se encuentra presente en numerosas ciudades a nivel mundial conservando vivas sus costumbres ancestrales y su propio idioma, el Romaní. En la ciudad de Lima hace unos 30 años, Katia Gusieff (fundadora de la Iglesia Cristiana Gitana) es una gitana por medio de visiones recibió una revelación divina.
A partir de ese momento muchos de su pueblo empezaron a creer en Jesucristo como su Señor y Salvador y formaron la iglesia cristiana gitana. Caracterizados por su gran talento musical y artístico, se caracterizan en sus cultos por expresar a través de inspiradas canciones de estilo flamenco su fe y amor al Creador.
En Perú, y allí donde llega el mensaje del Evangelio a los gitanos, se producen cambios nunca vistos ni considerados posibles en el pueblo gitano. Por ejemplo, que mujeres que antes tenían como oficio la adivinación por medio de la lectura de la palma de las manos y las cartas (quiromancia) abandonen esta práctica, y sea el mayor regalo para ellas ver a sus hijos y nietos sirviendo al Señor de la Biblia.
El pastor de la Iglesia Cristiana Gitana de Peru, Francisco Ángel, espera que dándose a conocer en los medios de comunicación, los gitanos sepan más de este movimiento y su mensaje, y acepten y conozcan la Palabra del Señor.
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